Nos enfrentamos a la muerte desde el primer instante de la vida y con el tiempo olvidamos para que estamos vivos y conscientes en este pequeño universo que gira sin sentido a nuestro alrededor.
Somos sexo y éxito desde miles de generaciones representado en nosotros mismos como punta de lanza en el aire en busca de una diana.
Enseñar el culo es abrir el desagüe de la cordura en habitaciones inexistentes que perduraran en el universo digital hasta el fin de la red.

Terror en las calles y cristales rotos son barridos en pocas horas por otra noticia mas fea y 20 anuncios vanales antes de dormir con la corbata puesta y las ganas en un cajón.
Catástrofes humanas y pataletas naturales nublan el sentido del viento y la dirección de las palabras.
Todo cae en el agujero del tiempo y se hace pasado.

Reina de las amazonas y princesa de una idea alza el vuelo de tu sexo hacia el satélite de tu trascendencia para poner el pie en otro mundo que habita en ti.
Paquidermos gigantes caminan por la basura de nuestra moral y saquean nuestra natural curiosidad por lo nuevo y nunca visto. Bajo el estruendo de los pasos de grandes dictadores y pequeños pueblos oprimidos el caos juega a favor del desorden con todos sus atractores excitados por la velocidad de nuestra propia decadencia.

El viaje ha comenzado...

Nada queda fijado en el plano de la realidad tras un ínfimo instante, todo se vuelve fantasía y es almacenado con códigos de compresión en el disco segundario tras el sueño reparador que resetea nuestra conciencia cada mañana.
El limbo de los textos perdidos, fotos veladas y los dibujos rotos es testigo inexistente de lo que no recordara nadie jamás.
Vuelo con mi F18 por la clase donde aprendí a odiar los verbos conjugados en pretéritos falsos y rompo la barrera de los recuerdos con desencriptadores neuronales a prueba de falsos orgasmos nasales.

Un estornudo y la superficie del espejo liquido se volverá turbia para reflejas tres siluetas en el enjambre numérico.

Fantasmas de niñas huérfanas, adolescentes infinitas ríen en las aulas derruidas la gracia del falso destino que las hizo eternas privandolas del vestido corto que amenazaba fiesta en los últimos días de colegio.
Sexo platónico bajo la tierra helada de los Países Bajos sofocado por un rezo mudo y el consejo de un amigo han convertido miles de fotos en una sola espejo de si misma.

Piensa con el pezón derecho de tu frente y encuentra tu plato favorito bajo la suela de tu mente enferma de ti mismo antes de volverte transparente para tu televisor.